Hay una forma visual de saber que ya estamos en verano en el hemisferio norte es simplemente observando las constelaciones. Concretamente el llamado Triángulo de verano.
Por fechas de finales o mitad de junio y sobre las 22h comienzan a verse sobre el horizonte Este y ascendiendo a las tres constelaciones del verano por excelencia: Cisne, Lyra y Águila. Ambas forman el triángulo de verano, los vértices del cual lo forman las estrellas Vega en Lyra, Deneb en Cisne y Altair en Águila.
Los vértices los conforman tres fabulosas estrellas:
Vega: Se trata de una estrella azul, es la quinta más brillante del cielo nocturno (tiene magnitud aparente 0.00), y se encuentra de nosotros relativamente cerca, a tan solo 25 años luz. Ha sido muy estudiada por los astrónomos. Debido al movimiento de precesión de la Tierra Vega fue la Estrella Polar alrededor del año 12000 A.C. y volverá a serlo alrededor del año 13700 D.C.
Deneb: Es una supergigante blanca está situada a 1425 años luz de distancia, y tiene una luminosidad 54.400 veces superior a la del Sol. Sí se colocaran todas las estrellas, incluido el Sol, a la misma distancia Deneb tendría un brillo impresionante y al Sol casi no lo veríamos.
Altair: Está a 16 años luz del Sistema Solar, acercándose a razón de 26,1 m/s.Es una estrella blanca muchísimo más joven que nuestro Sol, con sólo 630 millones de años de edad.
Imagen: APOD NASA, junio 27 de 2015: http://apod.nasa.gov/apod/ap150627.html
Todo un espectaculo tratar de encontrar en estas calurosas noches de verano el famoso triángulo de verano. Disfrutad de las estrellas 🙂