Por primera vez, un satélite de la NASA ha cuantificado en tres dimensiones la cantidad de polvo que realiza el viaje transatlántico desde el desierto del Sahara a la selva amazónica. Entre este polvo hay un componente muy importante, el fósforo, un nutriente esencial que actúa como un fertilizante, por tanto ayuda a la Amazonía a crecer y regenerarse.
Las nuevas estimaciones de transporte de polvo se derivaron de los datos recogidos por el satélite CALIPSO (Cloud-Aerosol Lidar and Infrared Pathfinder Satellite Observations, Observaciones exploratorias por satélite de nubes y aerosoles en el infrarrojo y mediante Lidar).
Forma parte de un conjunto de satélites de observación terrestre conocido como A-Train y del que forman parte Aqua, Parasol, Aura y CloudSat. Los satélites vuelan en una órbita heliosincrónica a unos 705 km de altura. Imagen NASA.
Un promedio de 27,7 millones de toneladas de polvo por año (lo suficiente para llenar 104.980 camiones) caen a la superficie de la cuenca del Amazonas. La porción de fósforo, se ha estimado en 22 mil toneladas por año. El hallazgo es parte de un esfuerzo de investigación para entender el papel de polvo y aerosoles en el ambiente y en el clima local y global.
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