La noche de Halloween es noche de sustos, monstruos, zombis… Pero también puede ser una noche astronómica… os voy a mostrar algunas imágenes de nebulosas fantasmagórica, como son días que toca hablar de fantasmas pues hoy hablamos de monstruos interestelares…..
El Telescopio Espacial Hubble capturó una figura muy curiosa y misteriosa entre las estrellas, se trata de una nebulosa compuesta por largos y fluidos velos de gas y polvo, algo así como el velo de un fantasma… pero no lo es. Se trata de una nebulosa llamada IC 63 que brilla con la radiación ultravioleta de una estrella gigante azul muy cercana. Debido a su proximidad a la constelación Cassiopea se la llama «el Fantasma de Cassiopea«.
Créditos: NASA, ESA y STScI; H. Arab (Universidad de Estrasburgo)
Otra nebulosa curiosa es NGC 3242 o “Fantasma de Júpiter”. Esta nebulosa está a unos 1.400 años luz de nuestro planeta, en la constelación de Hydra.
La imagen nos muestra una serie de anillos concéntricos alrededor de una estrella moribunda y que da la sensación de un fantasma del planeta Júpiter, esta extraña forma es el resultado final de la expulsión de material durante la muerte de la estrella, que por cierto era una estrella como nuestro Sol, por tanto el final de nuestra estrella será como el que veis en la imagen. Imagen cortesía NASA
Es observable con telescopios pequeños, por ejemplo con uno de 100 milímetros de abertura ya se podría apreciar. Se encuentra cerca de la estrellas μ Hya:
El telescopio espacial Hubble tomó una imagen mucho más detallada de la zona central, y un pelín más espectacular:
Telescopio espacial Hubble: imagen de región central de NGC 3242 (HST). Crédito: HST / NASA / ESA .
Una maravilla interestelar, el Cosmos es maravilloso, ¿no os parece?
Las constelaciones que encontramos alrededor del polo celeste norte o sur se las denomina constelaciones circumpolares, son constelaciones que están muy cerca del punto cardinal por donde pasa el eje de giro de la tierra en el cielo, que corresponde con el norte celeste y con el sur celeste, con lo que se pueden observar todo el año independientemente de la estación en la que nos encontremos pero variando según la latitud.
El eje de giro de la Tierra a Latitud (45º)
En el caso del hemisferio norte celeste son las siguientes constelaciones: Cefeo, Osa Mayor, Lince, Draco, Casiopea y Jirafa.
Constelaciones circumpolares del Hemisferio Norte celeste. Pulsar sobre la imagen para ver los detalles. imagen de stellarium.
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En el caso del hemisferio sur celeste son las siguientes constelaciones: Ave del paraíso, Camaleón, Mosca, Mesa, Hidra, Pavo real, Pez volador, cruz del sur y triángulo Austral.
Constelaciones circumpolares del Hemisferio sur celeste. Pulsar sobre la imagen para ver los detalles. imagen de stellarium.
La constelación de la Osa Menor, marcando el Norte
Las constelación en la que podemos encontrar el polo norte celeste es la constelación de la Osa Menor. Es una constelación muy antigua, se cree que ya fue introducida como tal alrededor de 600 años antes de nuestra era por el astrónomo griego Thales. La constelación contiene el actual Norte celeste, exactamente a un grado de la estrella que nosotros llamamos estrella polar.
Tiene pocas estrellas brillantes, de echo para saber sí tenemos un buen cielo basta con observar la Osa Menor, si se ven todas las estrellas estamos ante un buen cielo sin contaminación lumínica, esto es debido a que las estrellas que componen la constelación van desde la magnitud de brillo 2 hasta casi la 6. La estrella más brillante de la constelación es la estrella polar (alfa polaris), con una magnitud aparente de 1.86, se trata de una estrella supergigante amarilla a 431 años luz de nosotros, es 2400 veces más brillante que nuestra estrella y 45 veces más grande. Con grandes telescopios podemos observar a la estrella como un sistema estelar con dos acompañantes más débiles.
La precesión de la Tierra, arrastrará hacia la estrella polar el norte celeste hacia el año 2100 momento a partir del cual se alejará nuevamente. Nuestro planeta oscila muy lentamente en el espacio, como una peonza, a esta oscilación se la denomina precesión. Un efecto de este movimiento es que la posición de los polos celestes cambia constantemente. Los polos celestes trazan un circulo entero cada 26.000 años.
Movimiento de precesión de la Tierra (Imagen: Addison Wesley)
Debido a esto la posición del polo norte celeste también cambia con el tiempo, ahora está muy cerca de la estrella polar, pero en el año 15.000 estará muy cerca de la estrella Vega.
¿Como podemos encontrar la estrella polar? Simplemente trazando en el cielo cinco veces la distancia entre las dos estrellas de la Osa Mayor, concretamente las estrellas Merak y Dubhe, de la cabeza del carro y hacia la dirección del dibujo:
Y tenemos la estrella polar, así de sencillo :-). Por tanto encontraremos fácilmente el Sur, Este y Oeste. Para saber la latitud en la que nos encontramos simplemente mediremos en grados la altura de la estrella polar respecto del horizonte, por ejemplo en Valencia (España) está a 39º de latitud Norte, por tanto la Polar está en el cielo a una altura de 39º, sí estuviéramos en el Polo Norte la Polar estaría a 90º, y en el Ecuador a 0º.
La constelación que contiene el polo sur del firmamento
Ya sabemos que la constelación que marca el Norte celeste es la Osa Menor, y en concreto aproximadamente la estrella polar. ¿Pero qué constelación marca el polo sur celeste?. Pues lo marca la constelación de Octans (el Octante). Concretamente un punto no muy poblado de estrellas en la constelación, al contrario que ocurre con la Osa Menor en esta constelación no hay una estrella brillante cercana al polo sur del firmamento.
Punto que marca el polo sur del firmamento junto en la constelación del Octante, imagen de la Unión Astronómica Internacional.
La estrella más brillante cercana al polo sur celeste es la estrella Sigma Octantis, de magnitud 5.5, que está situada a aproximadamente 1º de ese punto (un grado es dos veces el tamaño aparente en el cielo de la Luna llena), por tanto algo alejado, y además una estrella solo observable con cielos muy limpios de contaminación lumínica.
La constelación del Octante conmemora a un instrumento conocido como el Octante, un antecesor del sextante y que se utilizaba para medir la posición de las estrellas.
El 20 de octubre se celebra la Noche internacional de observación de la Luna (InOMN). Millones de personas de todo el mundo observaran esta noche la Luna, en actividades en multitud de asociaciones o centros culturales, o de forma particular, para descubrir así las bellezas de nuestro satélite natural.
La Noche Internacional Observe la Luna es una celebración mundial de la ciencia y exploración lunar que se realiza anualmente desde 2010. El evento ocurre en septiembre u octubre, cuando la Luna está alrededor del primer trimestre. Un primer cuarto de la Luna es visible en la tarde y en la noche, un momento ideal para la mayoría de los participantes. Además, la mejor observación lunar es típicamente a lo largo del terminador de la Luna (zona de anochecer-amanecer), donde las sombras nos hacen ver detalles de la Luna espectaculares. La idea inicial de esta noche de observación viene de la NASA, en el siguiente enlace tenéis más información sobre el evento y lugares donde se realizan actividades:
Las violentas erupciones de gas muy caliente de pequeñas estrellas jóvenes pueden hacer que los planetas que las orbiten sean inhabitables. El telescopio espacial Hubble está observando estas estrellas a través de un programa llamado HAZMAT (Zonas Habitables y actividad de enanas M a través del tiempo). Se trata de un estudio en ultravioleta de las enanas rojas, conocidas como «enanas M», que son de las estrellas más abundantes y longevas de la galaxia, el estudio se centra en tres edades diferentes: joven, intermedia y vieja. En el dibujo anterior se puede ver como una enana roja joven y muy activa está destrozando la atmósfera de un planeta en órbita. Aproximadamente tres cuartos de las estrellas en nuestra galaxia son enanas rojas. Créditos: ilustraciones: NASA, ESA y D. Player (STScI). Ciencia: NASA, ESA y P. Loyd y E. Shkolnik (Universidad Estatal de Arizona).
Las enanas rojas jóvenes son estrellas muy activas, que producen erupciones ultravioletas que disparan plasma a millones de grados con una intensidad que podría influir en la química atmosférica de los planetas y posiblemente eliminar casi por completo estas atmósferas. El equipo del proyecto HAZMAT descubrió que las erupciones de las enanas rojas más jóvenes que observaron, e alrededor de 40 millones de años de edad, son entre 100 a 1.000 veces más energéticas que cuando las estrellas son más viejas. Esta es la edad en que los planetas terrestres se están formando alrededor de sus estrellas, con lo que la vida sería difícil en esas condiciones.
La temperaturas de los planetas del sistema solar son muy variables según su distancia al Sol o que tengan una atmósfera para retener el calor. Iremos viendo cada temperatura según su cercanía al Sol.
Mercurio: Su temperatura media es de 160 ºC, llegando a los -180 ºC en la noche y a los 430 ºC durante el día. Es el planeta más próximo al Sol, pero no es el más caliente como se podría pensar.
El planeta Mercurio, Créditos: Misión Messenguer.
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Venus: Es el planeta más caliente del sistema solar, su temperatura en su superficie puede llegar a alcanzar los 465 ºC, esta temperatura es capaz de fundir el plomo. Alcanza esas enormes temperaturas por el efecto invernadero que provoca su densa atmósfera.
El planeta Venus. Créditos: NASA
La Tierra: nuestro planeta tiene una temperatura media de 15 ºC y subiendo… sí seguimos contaminando la atmósfera aumentaremos el efecto invernadero y tendremos problemas muy graves, el cambio climático es evidente y va a provocar climas extremos. El futuro de la Tierra es complicado si no se tiene consciencia de que debemos preservar nuestro planeta y no llegar a convertirnos en un Venus.
Marte: el planeta rojo tiene temperaturas extremas, tiene una débil atmosfera que no tiene una gran capacidad de retener el calor con lo que la diferencia entre el día y la noche es extrema. La variación va desde los 20 ºC hasta los -140 ºC.
El planeta Marte. Créditos: NASA
Júpiter: el planeta gigante gaseoso y más grande del sistema solar tiene una temperatura mínima de -163 ºC y una temperatura máxima de 121 ºC.
El planeta Júpiter, en la imagen se pueden ver sus auroras boreales. Créditos: Misión Juno.
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Saturno: El segundo planeta más grande del sistema solar ya empieza a ser muy frío, la temperatura minina es de –191.15 °C y la máxima -130.15 ºC.
El planeta Saturno, créditos: Sonda Cassini.
Urano: Es un lugar muy frío, la temperatura media es de unos terribles -205 ºC.
El planeta Urano, créditos: NASA
Neptuno: Es el planeta más lejano del sistema solar, con lo que recibe menos radiación, siendo la temperatura media en su superficie la friolera de -218 ºC.
El planeta Neptuno, créditos: NASA
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Como veis son unos lugares muy extremos para pasar unas vacaciones, de momento en la Tierra es el lugar en el que mejor temperatura tenemos, sí queremos viajar y alguna vez estrablecernos en otros planetas habra que ir muy bien protegidos contra la radiación, y el calor y frio extremo.
Pero aun hay un lugar en el sistema solar, lugar que no es un planeta que es el sitio más frio de todo el sistema solar… está muy cerca de nosotros. Se trata de la Luna, nuestro satelite, la Luna es un astro frío y sin atmósfera, con unas temperaturas extremas es el astro más frío del sistema solar la temperatura más baja puede llegar a los -240 ºC y la más alta a los 104 ºC.
¿Y el lugar más frío de la galaxia? pues es una nebulosa, concretamente la nebulosa del Bumerán, se trata de una nube simétrica que se ha formado por un tremendo viento a alta velocidad, compuesto de gas y polvo, que sopla desde una estrella central a velocidades de casi 600.000 kilómetros por hora. La rápida expansión ha enfriado las moléculas en el gas nebular hasta aproximadamente los -272 °C, o lo que es lo mismo un grado por encima del cero absoluto (-273 ºC) ,más frío incluso que la radiación cósmica de fondo, lo que la convierte en la región más fría conocida en el Universo lejano.
Nebulosa del Búmeran, imagen del telescopio espacial Hubble.