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Una gran lluvia de meteoros en Noviembre: Las Leónidas

Las Leónidas son muy conocidas por producir tormentas de meteoros en los años 1833, 1866, 1966, 1999 y 2001. Estos estallidos de actividad de meteoros se ven mejor cuando el objeto principal, el cometa 55P/Tempel-Tuttle, está cerca del perihelio (aproximación más cercana al sol). 

Desafortunadamente, parece que la Tierra no encontrará densas nubes de escombros hasta 2099. Por lo tanto, cuando el cometa regrese en 2031 y 2064, puede que no haya tormentas de meteoros, pero tal vez veremos buenas muestras de actividad de las Leónidas con tasas superiores a 100 por hora. 

Detalles de la lluevia: – Radiante : 10:17 +21,6° – ZHR : 15 – Velocidad: 70 km/seg- Objeto progenitor: cometa 55P/Tempel-Tuttle

Próximo pico : las Leónidas alcanzarán su próximo pico en la noche del 17 al 18 de noviembre de 2022. En esta noche, la luna estará llena en un 36%.

Tienen su periodo de actividad entre el 5 y el 30 de noviembre y este año el máximo se espera para la noche del 17/18 de noviembre, no se esperan más de 15-20 meteoros por hora en el momento de máxima actividad que suele durar unas cuantas horas.

Punto Radiante de las Leónidas en la constelación de Leo.

Las Leónidas han dado unos espectáculos tremendos en forma de tormentas de meteoros, la más reciente fue el 17 de noviembre de 1999, tormenta que pude observar y que me dejó maravillado, decenas de meteoros por minuto, miles de meteoros por hora, fue un espectáculo increíble. Era como un castillo de fuegos artificiales de diferentes brillos y colores, pero eso sí muy rápidos, las Leónidas son estrellas fugaces muy rápidas (71 km/s).

Hay  que abrigarse bien y tomar algo calentito y buscar un lugar cómodo y alejado de la contaminación lumínica. Leo empezará a observase bien (aunque muy bajo aun) a partir de la 1 de la madrugada (hora de la península), pero no será hasta las 4 cuando esté muy alto, por tanto hay que madrugar mucho.

Photo by Narsimha Rao Mangu on Pexels.com

Recordad no hace falta utilizar telescopio se ven a simple vista y siempre hay que mirar a lugares alejados del punto desde donde parecen radiar los meteoros, así observaremos muchos más.

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La gran lluvia de meteoros de noviembre: Las Leónidas

En el mes de noviembre hay una lluvia de meteoros muy conocida e importante, las Leónidas, con el punto radiante en la constelación de Leo. Esta preciosa lluvia de estrellas fugaces son restos del cometa Tempel-Tuttle que a lo largo de su orbita ha dejado un enorme rastro de meteoroides, cuando la Tierra los intercepta aparecen las Leónidas. Tienen su periodo de actividad entre el 5 y el 30 de noviembre y este año el máximo se espera para la noche del 16/17 de noviembre, no se esperan más de 15-20 meteoros por hora en el momento de máxima actividad que suele durar unas cuantas horas.

Punto radiante de las leónidas en la constelación de Leo

Las Leónidas han dado unos espectáculos tremendos en forma de tormentas de meteoros, la más reciente fue el 17 de noviembre de 1999, tormenta que pude observar y que me dejó maravillado, decenas de meteoros por minuto, miles de meteoros por hora, fue un espectáculo increíble. Era como un castillo de fuegos artificiales de diferentes brillos y colores, pero eso sí muy rápidos, las Leónidas son estrellas fugaces muy rápidas (71 km/s).

Este año no tendremos tormenta meteórica, de echo no se espera una hasta el año 2099, aunque algunas predicciones calculan que para el año 2030 haya un incremento a 100 meteoros por hora, pero aunque este año no veamos miles de meteoros hay que observar el cielo, no hay que perder esta oportunidad de observar estrellas fugaces. Hay  que abrigarse bien y tomar algo calentito y buscar un lugar cómodo y alejado de la contaminación lumínica. Leo empezará a observase bien (aunque muy bajo aun) a partir de la 1 de la madrugada (hora de la península), pero no será hasta las 4 cuando esté muy alto, por tanto hay que madrugar mucho.

Recordad no hace falta utilizar telescopio se ven a simple vista y siempre hay que mirar a lugares alejados del punto desde donde parecen radiar los meteoros, así observaremos muchos más.

Para saber más:

Las grandes tormentas de meteoros

Guía de iniciación a la observación de meteoros (SOMYCE)

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Observatorio virtual: Observar estrellas fugaces

Tenemos un observatorio virtual desde el que realizamos visitas y observaciones narradas y con imágenes, son una serie de post tratando de trasladar las emociones que se viven cuando se visita un observatorio de verdad.

Ya hemos hecho varias desde nuestro observatorio como las siguientes:

En el de hoy realizaremos, tras el atardecer y la aparición de las estrellas, una observación de estrellas fugaces.

¿Qué es una estrella fugaz?

Las estrellas fugaces son meteoroides que chocan y son interceptados contra la atmósfera de la Tierra. Un meteoroide es un cuerpo menor cuyo tamaño está comprendido entre 100 mm y 50 m, esta definición puede variar pero es la utilizada por la Royal Astronomical Society. Los meteoroides como el polvo interplanetario, procede de los desperdicios de la formación del sistema solar, de las colisiones de cuerpos, y de eyecciones de cometas.  Suelen ser de tipo condrito (rocoso), acondrito (parecido a rocas ígneas) o metálico.

Estos se mueven en órbitas alrededor del sol, y como se ha dicho en su mayoría provienen de eyecciones de cometas o de colisiones de cuerpos celestes, estos y estos se hayan concentrados en el plano de la eclíptica, disminuyendo su número conforme nos acercamos al sol y conforme nos acercamos a Júpiter, ya que ambos astros capturan gravitacionalmente la mayoría de los meteoroides.

Photo by Felipe Helfstein on Pexels.com

Los meteoroides asociados a cometas o asteroides se convierten en meteoros cuando interceptan la Tierra, un meteoro (estrella fugaz) es el fenómeno luminoso que se puede observar desde la Tierra cuando el meteoroide choca contra la atmosfera terrestre y por fricción con esta se ponen incandescentes, popularmente se les denomina estrellas fugaces. Esta interacción ocurre en la Termosfera a una altura entre 80 y 120 km, la velocidad de entrada varía desde los 11 km/s para los meteoros más lentos hasta los 80 km/s para los más rápidos. Veamos porque reproduce esa incandescencia del meteoroide al interaccionar con la atmósfera; las partículas atmosféricas chocan contra la superficie del meteoroide aumentando su temperatura, este proceso aumenta conforme se disminuye la altura, cuando el meteoroide alcanza una temperatura determinada comienza el proceso de ablación.

Para observar estrellas fugaces y disfrutar al máximo hay que tener mucha paciencia, a veces ocurre que no hay grandes tormentas de meteoros y se observan muy pocas estrellas fugaces. Pero siempre hay horas y momentos en los que podemos observar alguna aunque no haya mucha actividad.

Captura

           Imagen radiante de las Perseidas de Agosto, imagen de space.com

Recuerdo máximos espectaculares de perseidas (120 por hora) y sobretodo de Leónidas (más de 2000 por hora), esas lluvias llenan el cielo de estrellas de colores, es como una noche de fuegos artificiales. Es una experiencia increíble, este espectaculo natural nos descubre lo fabuloso que es el Universo, y las maravillas que tenemos con tan solo alzar la vista y mirar hacia las estrellas.

Por ejemplo para las famosas Perseidas es importante observar las ultimas horas de la noche que es cuando hay más actividad aunque podrían ocurrir sorpresas y ocurrir antes, cuando veamos el máximo el espectaculo es maravilloso. Decenas de meteoros por hora, algunos minutos incluso dos a la vez…. pero hay que estar muy atentos pues aunque suelen aparecer muchos brillantes y con estela, la mayoría suelen ser débiles, con lo que lo ideal es desplazarse a lugares alejados de la contaminación lumínica. Para encontrar Perseo hay que mirar hacia el NE, buscaremos una constelación en forma de W que se llama Casiopea, pues justo debajo está perseo y el radiante de las perseidas, toda estrella fugas que veamos partir de esa zona será una Perseida.

Pero no todos los meses son así, hay unas lluvias las llamadas lluvias menores que radian pocos meteroides. Por eso digo lo de la paciencia, esperar horas y horas a ver una estrella fugaz siempre tiene su recompensa.

¿Cuando observar? La mejor hora es a partir de las 3 AM y hasta el amanecer, en ese momento la Tierra se encuentra de frente con los meteoides y captura muchos más. Sí estamos observando alguna lluvia de estrellas en particular hay que observar siempre en dirección opuesta al lugar donde parecen partir los meteoros (radiante), ya que si miramos todo el tiempo a ese punto tan solo veremos meteoros puntuales o de trazo muy corto. Sí el radiante está muy alto (cerca del cenit) observaremos meteoros por todas partes.

Para observar estrellas fugaces no hace falta telescopio, a simple vista se puede hacer, tan solo hace falta colocarse cómodo, abrigarse y elegir un lugar alejado de la contaminación lumínica.

Además de disfrutar con su contemplación se puede realizar ciencia a simple vista. Por ejemplo apuntando sus colores (sabremos su composición), su velocidad aproximada, su brillo (en comparación con otras estrellas), sí deja estela, su altura, etc. Todos estos datos nos pueden decir mucho del meteoroide y de su procedencia. Tenéis más información sobre esto y como colaborar con vuestras observaciones en la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE).

No dejéis de observar el cielo, ya que estos pequeños trocitos que vemos iluminados en el cielo, son restos de cometas, asteroides o restos de algún planeta, que tras miles de años interaccionan con la Tierra y los podemos observar,  por tanto cuando vemos una estrella fugaz estamos observando un momento fugaz de la historia de nuestro Sistema Solar.

Para saber más:

¿Qué es una estrella fugaz?

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La mayor lluvia de meteoros de todos los tiempos

El 13 de noviembre de 1833, los ciudadanos de nuestro planeta pudieron observar uno de los más bellos espectaculos astronómicos de todos los tiempos, un momento extraordinario que pasó a la historia: la tormenta de estrellas fugaces de las Leónidas.

Las Leónidas provienen del cometa 55P/Tempel-Tuttle con un periodo orbital alrededor del Sol de 33 años, actualmente tienen su periodo de actividad entre el 6 y el 30 de noviembre. Con el momento de máxima actividad a mediados de mes de noviembre con unos 15 a 20 meteoros por hora.

Punto radiante de las Leónidas en la constelación de Leo. Créditos: Stellarium

Cada 33 años produce un aumento de la actividad meteórica, llegando en algunos casos auténticas tormentas de estrellas fugaces con miles de meteoros a la hora. La más importante fue la del 13 de noviembre de 1833.

Ilustración de 1889 de Adolf Vollmy sobre las Leónidas de 1833.

Se estima que la lluvia de 1833 presentó un tasa impresionante de unos 100.000 meteoros por hora. Este fenómeno tuvo un profundo efecto sobre todas las personas que lo presenciaron y, por haber ocurrido antes de la existencia de la iluminación eléctrica de las calles, el efecto psicológico fue aumentado con creces. Muchas personas creyeron que era el fin del mundo, con el cielo derrumbando sobre la Tierra y algunas llegaron a quedarse postradas en el suelo con las manos levantadas, suplicando a Dios para salvar el mundo y a ellas… Pocos supieron en ese momento que se trataba de un fenómeno meteórico. Dejamos algunos testimonios de la época:

“… También fue el año de ese extraño fenómeno cuando los cielos parecían a punto de separarse de su tren estrellado.  Fui testigo de este magnífico espectáculo y quedé asombrado.  El aire parecía lleno de brillantes mensajeros descendentes del cielo.  Era sobre el amanecer cuando vi esta escena sublime … «

La vida y los tiempos de Frederick Douglass por Frederick Douglass.

«El mundo ahora está llegando a su fin, porque las estrellas están cayendo»

Un granjero del condado de Morgan

“Había innumerables meteoritos en los cielos, todos aparentemente emanados de un foco directamente en lo alto de cada punto de la brújula, de varios tamaños y grados de brillo, ocasionados probablemente por sus diferentes distancias. »  

Un residente de la Isla de Butler, cerca de Darien, Georgia
Imagen de una ilustración en madera de la lluvia de la Leónidas sobre las Cataratas del Niágara.  Un testigo del fenómeno lo describió así: «Ningún hombre había visto nunca un espectáculo tan terriblemente grandioso y sublime como el del firmamento que desciende en torrentes de fuego sobre la catarata oscura y rugiente».

Esta impresionante lluvia se vio muy bien en la zona Este de los Estados Unidos, de echo la mayoría de los testimonios son de personas de ese país, ocurrió sobre las nueve de la noche con noches sin contaminación lumínica con lo que debió de ser un espectaculo inolvidable, aterrador para algunos y maravilloso para otros como se puede comprobar con esos testimonios.

La lluvia ha sido muy observada desde esa época, sobretodo cuando pasan 33 años y el cometa repuebla toda su órbita de meteoroides dando lugar a los años siguientes repuntes de actividad, no tan alta como la de 1833 pero con aumentos considerables de la actividad meteórica.

Hubo otro aumento espectacular de actividad el 17 de noviembre de 1966 en el que algunos observadores llegaron a ver entorno a los 10 a 20 meteoros por segundo!.

Fotografía de la Leónidas de 1966. Créditos: A. Scott

Y la última gran tormenta fue en el año 1999, y varios picos muy altos en 2000 y 2001, de la tormenta de 1999 fui testigo:

«Era una noche no muy fría de noviembre, sobre las doce de la noche acompañé a mi padre al campo porque teníamos que ir a abrir el agua para regar los campos de naranjas que teníamos en esa época, yo sabía que el máximo de la lluvia estaba próximo pero no me percaté de observar esa lluvia. Nada más llegar observé un cielo con miles de estrellas y nos pusimos a abrir el riego, (en esa época aun no estaba muy extendido el famosos riego por goteo y nos teníamos que esperar a que se inundara el campo, con lo que teníamos mínimo dos horas bajo las estrellas), cuando alcé la mirada al cielo vi una actividad alta de estrellas fugaces, pero dentro de los normal para las leónidas, pero de repente empezaron a aparecer decenas de estrellas fugaces por todos los lados, de todo tipo de trazo y brillo y todas partían de la constelación de Leo, estaba viendo una tormenta de meteoros !! la palabra alucinado no es la correcta, la palabra correcta es maravillado. Fue como un castillo silencioso de fuegos artificiales, cantando del orden de los 40 meteoros por minuto, no hay palabras para describir tan bello espectaculo»

Ahora toca esperar al año 2028 o al año 2034 según los autores que consultes, lo seguro es que a finales de esta década o inicios de la siguiente puede que haya otra tormenta de meteoros muy intensa. Para que esto ocurra la Tierra debe pasar por los filamentos más densos que deja el cometa tras de sí, lo único que puede ocurrir es que la órbita del cometa se vea afectada por interacciones con el planeta Júpiter que va variando la órbita del cometa alejándonos los grandes picos, pero habrá que estar esperanzados de poder volver a observar un espectaculo tan grandioso como el del año 1833.

Os recomendamos nuestro primer libro de Astronomía: Curiosidades Astronómicas.

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Para saber más:

Llegan las Leónidas, la gran lluvia de estrellas fugaces de noviembre

Este mes de noviembre esperamos una lluvia de meteoros muy conocida e interesante, las Leónidas. Provienen del cometa Tempel-Tuttle y tienen su periodo de actividad entre el 5 y el 30 de noviembre. Este año el máximo se espera para la noche del 17/18 de noviembre, no se esperan más de 15-20 meteoros por hora en el momento de máxima actividad que suele durar unas cuantas horas. No tendremos presencia de la Luna cuando la constelación comience a ascender, con lo que podremos tener una buena noche de observación de estrellas fugaces.

leoImagen: Punto radiante de la leónidas en la constelación de Leo (pulsar para ver los detalles). 

Las Leónidas han dado unos espectáculos tremendos en forma de tormentas de meteoros, la más reciente fue el 17 de noviembre de 1999, tormenta que pude observar y que me dejó maravillado, decenas de meteoros por minuto, miles de meteoros por hora, fue un espectáculo increíble. Era como un castillo de fuegos artificiales de diferentes brillos y colores, pero eso sí muy rápidos, las Leónidas son estrellas fugaces muy rápidas (71 km/s).

CapturaTormenta de la Leónidas en 1833

Este año no esperamos tormenta pero hay que observar el cielo, no hay que perder esta oportunidad de observar estrellas fugaces, hay  que abrigarse bien y tomar algo calentito y buscar un lugar cómodo y alejado de la contaminación lumínica. Leo empezará a observase bien (aunque muy bajo aun) a partir de la 1 de la madrugada, pero no será hasta las 4 cuando esté muy alto, por tanto hay que madrugar mucho.

Recordad no hace falta utilizar telescopio se ven a simple vista y siempre hay que mirar a lugares alejados del punto desde donde parecen radiar los meteoros, así observaremos muchos más.

Para saber más:

SOMYCE: Leónidas 2018

Guía de iniciación a la observación de meteoros (SOMYCE)

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