Viajando al pasado con las estrellas

Cuando observamos las estrellas estamos viendo en directo objetos celestes a decenas, centenares y miles de años luz, estamos viajando en el tiempo en milésimas de segundo. ¿No es eso maravilloso?

Por ejemplo la estrella Vega en la constelación de Lyra está a 26 años luz lo que significa que envió su luz hace 26 años, estamos viajando en el tiempo 26 años. Pero aun podemos ver imágenes del pasado aun más lejanas,  por ejemplo Deneb en Cisne que está a 1500 años luz de nosotros….

Y sí saltamos nuestra galaxia y miramos a una de las más cercanas nos encontramos que se encuentra a dos millones y medio de años luz… hablamos de la galaxia de Andrómeda (M31).

Estamos observando la luz que envió cuando el ser humano vivía poco más que en cuevas.

Por tanto observar las estrellas además de ser muy relajante y un ejercicio muy recomendable nos hace darnos cuenta de lo pequeños que somos, de lo  lejanos que estamos de cualquier parte y de lo maravilloso que es contemplar el firmamento.

Los telescopios nos hacen ver objetos lejanos en el espacio, objetos que están a determinados años luz, cuando vemos los objetos estamos viendo la luz que enviaron hace el número de años luz a los que se encuentren. Sí observamos la estrella Próxima Centuari que se encuentra a 4.2 años luz, vemos la luz que envió hace 4.2 años, sí nos remontamos aun más lejos a M13 (cúmulo de Hércules) que se encuentra a 25.000 años luz, viajamos en el tiempo 25.000 años!! y no os digo nada sí observamos galaxias… estas se encuentran a millones de años luz como hemos visto para el caso de Andrómeda. Viajamos en el tiempo pero también viajamos en el espacio, el telescopio nos hace un aumento angular del objeto, con lo que nos “acerca” en el espacio a lo que estemos observando. Por tanto nuestro telescopio es una máquina del tiempo y del espacio :).

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