CONTAMINACIÓN LUMÍNICA. DEFINICIÓN.

Contemplar firmamento es uno de los espectáculos más bellos que podemos disfrutar en la naturaleza. Las estrellas siempre acompañaron al ser humado desde los albores del conocimiento, las contemplaban, las estudiaban, las usaban para orientarse, para comenzar las cosechas, eran parte de su propia vida. Muchos poetas han escrito versos a las estrellas deleitándose por su brillo y abundancia:

“Reina el silencio: fúlgidas en tanto,

Luces de amor, purísimas estrellas,

De la noche feliz lámpara bellas,

Bordáis con oro su enlutado manto.…….”

Extracto del poema: “A las estrellas” de Gertrudis Gómez de avellaneda (1814-1873)

 En  los años en que este poeta escribía estas líneas  la contaminación lumínica era poco menos que inexistente con lo que la contemplación de las estrellas era algo habitual y deleite de cualquier persona en cualquier parte del mundo. Pero con el desarrollo tecnológico del siglo XX llegó la iluminación artificial en ciudades que mal usada terminó por hacer desaparecer paulatinamente a las estrellas. En la actualidad pocas personas pueden decir que han visto alguna vez la vía láctea, una franja blanquecina de millones de estrellas, gas y polvo intergaláctico que cruza el cielo nocturno, se trata de nuestra galaxia. La vemos así pues estamos en uno de los brazos de la galaxia, por tanto somos unos habitantes de la galaxia que pocas veces pueden verla en su plenitud, tan solo algunas estrellas que nos rodean. Para poder verla es necesario alejarse mucho de las zonas muy iluminadas, algunas veces incluso a centenares de kilómetros. La contaminación lumínica es tan importante que nos está privando de la contemplación de nuestro universo cercano, dejándonos ver tan solo unas pocas estrellas en las zonas más luminosas.

 Figura. La vía láctea. En zonas alejadas de la contaminación lumínica podemos apreciar en toda su plenitud nuestra galaxia.

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Definimos contaminación lumínica (CL) de la siguiente forma:

Emisión del flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones y/o rangos espectrales inadecuados e innecesarios para la función a la que está destinada, o también cuando nos referimos al empleo de iluminación en ámbitos no recomendables como observatorios astronómicos, espacios naturales y paisajes sensibles.

La detectamos como el brillo del cielo nocturno producido por la mala calidad del alumbrado exterior, tanto público como privado, provocando resplandor en el cielo nocturno por la difusión incontrolada de la luz artificial.

 Figura. Resplandor en el cielo por la contaminación lumínica:

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Por culpa de esta contaminación la oscuridad de la noche disminuye y desaparece progresivamente la luz de las estrellas y del resto de objetos astronómicos. Este efecto de brillo en el cielo se ve potenciado con la presencia en la atmósfera de aerosoles (partículas en suspensión en la atmósfera) provenientes de la contaminación típica de las ciudades como es el tráfico rodado o los procesos industriales, estas partículas reflejan y dispersan  la luz proveniente de la mala iluminación y potencian aún más el brillo del cielo. Este cielo tan turbio crea una capa de color grisáceo o anaranjado en forma de nube luminosa sobre las ciudades.

 Figura. Cielo anaranjado por efecto de la contaminación lumínica:

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 Efectos de la contaminación lumínica.

La contaminación lumínica tiene efectos perjudiciales en muchos ámbitos, como en la economía, la energía, la ecología o salud humana, entre otros. Veremos en detalle  las consecuencias más importantes de esta contaminación:

a) Económicas.

Debido a la mala colocación del alumbrado parte de la luz que se emite se dirige hacia el cielo, las montañas, los ríos o incluso nuestros hogares, lo cual no tiene ninguna utilidad pero sin embargo cuesta la misma cantidad de  dinero y consume la misma energía que ilumina nuestras calles. Esto es un abuso de la energía totalmente innecesario ya que esa luz no se utiliza para la función para la que se supone que está diseñada que es la función visual de las ciudades, lo cual provoca un sobreconsumo por sobreiluminación, tanto en intensidad como en horario.

b) Ecológicas.

-El exceso de luz durante la noche provoca la modificación de los ecosistemas nocturnos y el desequilibrio entre especies ya que en los lugares donde debería haber oscuridad hay iluminación, esto puede provocar el empobrecimiento genético de poblaciones e incluso extinciones ya que producen desorientación y dificultades de comunicación así como dificultar los ciclos de reproducción en animales. Por tanto los ritmos circadianos[1] de animales y plantas se ven gravemente afectados. Prácticamente todos los seres vivos se ven afectados: plantas (disminución de insectos y poca polinización de plantas nocturnas), aves migratorias (deslumbramiento y desorientación), vida marina (afecta a la alimentación de especies marinas cercanas a la costa), fauna nocturna hasta la fauna crepuscular (altera el equilibrio entre depredadores y presas, bien por la imposibilidad de cazar sin ser visto, o por la posibilidad de ser cazado al ser visible).

-Provoca también la emisión extra de gases de efecto invernadero en centrales térmicas ya que se tiene que generar mucha más energía de la necesaria.

-Generación de residuos tóxicos provenientes de las lámparas (vapor de mercurio y halogenuros metálicos). Estos residuos tienen una alta toxicidad si no se reciclan adecuadamente, estas lámparas llevan mercurio, cadmio y otros metales muy tóxicos para los seres vivos.

c) Salud humana.

-El exceso de luz provoca  intrusión lumínica a través de nuestras ventanas, esto en cierto modo es muy difícil de contrarrestar pues siempre entraría un porcentaje de luz aunque tomáramos medidas para bajar la iluminación de las ciudades, pero  un exceso de iluminación siempre provoca molestias, dificultades para dormir o estrés.

-En algunos casos una iluminación mal colocada puede provocar deslumbramiento, produciéndonos fatiga visual, reducción de la percepción y por tanto mayor riesgo de accidentes.

-Nuestro ritmo circadiano se ve alterado provocando cambios hormonales, anímicos y de conducta.

Figura. Estructura del sistema circadiano en los mamíferos: El sistema circadiano de los mamíferos se compone de una red de estructuras, organizada jerárquicamente, responsable de la generación y sincronización de los ritmos circadianos con el medio ambiente. Figura de Garaulet M & Madrid JA. 2009:

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-Un número excesivo de farolas provoca una gran Invasión de insectos atraídos por la iluminación exterior sobretodo en lámparas que emitan gran cantidad de radiación ultravioleta (a este efecto se le denomina “vuelo a la luz”).

-Estudios recientes[2] han llegado a la conclusión que puede provocar mayor riesgo de enfermedades graves. La exposición a la luz durante la noche altera la función del reloj biológico y en última instancia, la producción de melatonina en la glándula pineal. La melatonina, que se segrega fundamentalmente de forma exclusiva durante la noche, presenta una serie de importantes funciones que se pierden en el momento en el que existe exposición nocturna a la luz, privar al cuerpo de esta importante sustancia puede contribuir a la iniciación, progresión o gravedad de toda una serie de enfermedades.

d) Cultural.

– Perdida de la noche estrellada como recurso educativo, turístico y de ocio: La observación del firmamento es un recurso muy interesante para introducir a las personas en muchas facetas de la ciencia como: la astronomía, geología, biología o la cultura de las civilizaciones, ya que todas estas están relacionadas con los objetos astronómicos. También es un nuevo turismo que está actualmente en alza, observar las estrellas en enclaves rurales es una nueva forma de conocer el entorno y el firmamento. La contaminación lumínica limita considerablemente estos recursos.

– Dificultades para observaciones astronómicas por parte de profesionales (observatorios astronómicos), aficionados a la astronomía y público en general.

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 Soluciones.

La solución es sencilla, simplemente se trata de optimizar el consumo eléctrico y usar diseños no contaminantes. Los proyectos luminotécnicos se suelen llevar a cabo por modas, se utilizan diseños sin tener en cuenta la correcta iluminación, se debe lograr una iluminación eficaz y de calidad que no perjudiquen al cielo nocturno. Independientemente de que nos guste más o menos un alumbrado exterior, lo importante es eliminar lo más posible el impacto de la iluminación en el medio. Lo más importante es en primer lugar iluminar tan solo lo que necesite ser iluminado, segundo hacer uso de la iluminación exterior cuando haga falta y por último usar luminarias que eviten totalmente el flujo hacia el horizonte y hacia el cielo. Para ello hay que seguir las siguientes recomendaciones:

a)  Se utilizará una iluminación de arriba hacia abajo, orientando los focos correctamente para así evitar enviar luz al cielo. Para ello es conveniente usar luminarias sin emisión hacia el hemisferio superior y cuya óptica se encuentre cerrada por una carcasa externa con cierre plano y horizontal, evitando así que la lámpara sobresalga por la boca del reflector. Así como el uso de viseras que impidan la iluminación de espacios sensibles como domicilios, montes, costas, etc., evitando por tanto la emisión directa al cielo, la luz intrusa y el deslumbramiento.

 Figura: A la izquierda sistema de alumbrado incorrecto y a la derecha alumbrado correcto:

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 Figura. Instalaciones de Alumbrado no contaminante:

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 Figura : Tipos de alumbrado y su correcta o incorrecta iluminación: la iluminaria plana  así como una inclinación adecuada (ángulos menores de 70º) generan menor contaminación lumínica:

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 Figura: Eliminando el flujo hacia el hemisferio superior y el flujo deslumbrante tan solo tendríamos el flujo útil para la iluminación, ahorrando electricidad y disminuyendo la contaminación lumínica:

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En esta figura podemos ver como variando el tipo de alumbrado podemos eliminar paulatinamente la contaminación lumínica:

 Figura: Con farolas de carcasa plana ganamos eliminamos mucha contaminación. Esta simulación se puede realizar en el sitio: http://www.need-less.org.uk/ donde aprenderemos fácilmente a estudiar una zona de iluminación:

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b) Control del flujo luminoso.

– Considerando los niveles de iluminación de seguridad recomendados por los organismos luminotécnicos internacionales como los valores máximos, y con la mayor uniformidad posible, se evita la sobreiluminación, limita el reflejo indirecto al cielo y se reduce la potencia y el consumo.
– Reducir los niveles de iluminación o incluso el apagado de la instalación a partir de ciertas horas de la noche (como por ejemplo: reducción de la intensidad de tráfico, alumbrado de edificios y monumentos, carteles luminosos, etc.). Esto implica una gestión inteligente del alumbrado público, como por ejemplo instalar centros de telecontrol del alumbrado con dispositivos de encendido y apagado o de reducción del flujo luminoso para las horas de menor tránsito.

 Figura. Monumento altamente iluminado en Salamanca (España), en horas nocturnas sin tránsito de personas no tiene sentido grandes iluminaciones de monumentos:

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 – No proyectar con exagerados niveles de iluminación en zonas socialmente conflictivas. Estudios realizados en la ciudad de Nueva York indican que los excesos de iluminación y especialmente el deslumbramiento incrementan el vandalismo.

 Por tanto actualmente existen tecnologías mas que suficientes que permiten limitar la contaminación lumínica: luminarias, sensores, reguladores de flujo y tiempo, detectores de presencia o nuevas generaciones de lámparas. Es posible usar lámparas más eficientes y que no emitan en longitudes de onda nocivas para el medio ambiente, evitando el uso de luz blanca (ya que emiten en una zona muy amplia del espectro).

c) Elección de lámparas adecuadas.

Los efectos del resplandor luminoso nocturno están muy influenciados por el espectro de emisión de las lámparas que lo ocasionan: cuanto mayor sea la zona del espectro en que se emite, tanto mayor será el impacto producido ya que se invaden un mayor número de longitudes de onda. Las emisiones de luz en longitudes de onda más corta, como el azul y el ultravioleta se dispersan más en la atmósfera que las de mayor longitud (causa por la que el cielo es azul), provocando por tanto un mayor resplandor.

Con lo cual se recomienda utilizar las lámparas de mayor eficiencia del mercado y de menor impacto por su rango espectral (evitando las emisiones de luz por debajo de 550nm, por tanto alejados del ultravioleta y el azul) y sólo en casos muy excepcionales utilizar otros tipos de lámparas. A partir de su espectro de radiación, podemos ordenar las lámparas más utilizadas según su efecto contaminante. Las lámparas menos contaminantes son las que emiten con mayor longitud de onda dentro del espectro visible.

De mayor a menor efecto tenemos las siguientes lámparas:

-Lámparas de vapor de sodio a baja presión, lámparas de vapor de sodio a alta presión, lámparas incandescentes convencionales, lámparas incandescentes halógenas, lámparas fluorescentes tubulares y compactas, y lámparas de vapor de mercurio a alta presión.

Por tanto usaremos preferentemente lámparas monocromáticas de vapor de sodio[3] a baja presión. Minimiza el consumo, los impactos ambientales y a la salud.

Figura. Ejemplo: Lámparas y recomendaciones en Canarias – Instituto Astrofísico de Canarias.

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Figura. Diferentes lámparas con su espectro luminoso. La lámpara más eficiente es la de vapor de sodio a baja presión pues emite en pocas longitudes de onda y no hay emisiones en el azul:

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 d) Normativa. La primera normativa que abrió el camino para la protección del cielo nocturno fue la Ley 31/1988[4], de 31 de Octubre, sobre protección de la calidad astronómica de los observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias, la llamada Ley del Cielo.

Esta ley con rango estatal se produce con el objetivo de proteger el cielo para una adecuada actividad de investigación astronómica. El desarrollo reglamentario de esta ley se produce con el Real Decreto 243/1992[5], de 13 de marzo, este decreto tiene por objeto establecer las condiciones y los límites tolerables de todos los factores que se revelen degradantes de la calidad astronómica del cielo sobre las zonas que rodean los observatorios. Como bien dice en su primer artículo viene a regular los alumbrados exteriores, la instalación y funcionamiento de emisoras y el establecimiento de industrias y actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera, así como otros factores que se revelen influyentes de la calidad  astronómica de los observatorios de la isla de la Palma.

Esta normativa abrió la puerta a la implantación en otras comunidades autónomas, así la Comunidad Autónoma más adelantada fue Cataluña, que nueve años después del reglamento de Canarias, aprobó la Ley 6/2001, de 31 de mayo, ordenación ambiental del alumbrado para la protección del medio nocturno. Las comunidades autónomas estaban empezando a redactar sus propias normativas pero era  conveniente una normativa estatal que encuadrara todos los objetivos. Por tanto el Estado redacta la Ley 34/2007[6], de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, en la que en su artículo 3º define la contaminación lumínica y en su disposición adicional 4ª dice lo siguiente:

Las Administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias, promoverán la prevención y reducción de la contaminación lumínica, con la finalidad de conseguir los siguientes objetivos: 

a)     Promover un uso eficiente del alumbrado exterior, sin menoscabo de la seguridad que debe proporcionar a los peatones, los vehículos y las propiedades.

b)     Preservar al máximo posible las condiciones naturales de las horas nocturnas en beneficio de la fauna, la flora y los ecosistemas en general.

c)      Prevenir, minimizar y corregir los efectos de la contaminación en el cielo nocturno, y, en particular en el entorno de los observatorios astronómicos que trabajan dentro del espectro visible.

d)     Reducir la intrusión lumínica en zonas distintas a las que se pretende iluminar, principalmente en entornos naturales e interior de edificios.” 

 Además existen otras normas que tienen implicaciones en la protección del cielo nocturno, en este caso, del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio aprobó el Real Decreto1890/2008[7], de 14 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior y sus instrucciones técnicas complementarias.

Esta normativa está centrada en la eficiencia energética, que puede ayudar a la disminución de la contaminación lumínica. Algunos de los puntos más importantes son los siguientes:

– Mejorar la eficiencia y ahorro energético y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como limitar la contaminación lumínica y reducir la luz intrusa o molesta.

– Fija niveles de iluminación en función del uso del espacio exterior y caracteriza los espacios abiertos por zonas de protección a efectos de la contaminación lumínica.

– Fija niveles de iluminación en función del uso del espacio exterior y caracteriza los espacios abiertos por zonas de protección a efectos de la contaminación lumínica. Las luminarias y proyectores, además de cumplir las limitaciones del flujo hemisférico superior instalado y de   lumínica, deben ajustarse a unas determinaciones mínimas en cuanto a rendimiento, factores de utilización y depreciación que permitan superar los requisitos de eficiencia energética.

– En instalaciones de potencia superior a 5 kW, se debe instalar un sistema de accionamiento por reloj astronómico o mediante encendido centralizado. Para potencias menores puede implantarse un sistema de accionamiento por fotocélula.

– Las instalaciones que superen los 5 kW de potencia tienen que disponer de sistemas de regulación del nivel luminoso que permitan la reducción de éste hasta en un 50%. 

Algunas de las Comunidades Autónomas que han aprobado normativas para la protección del cielo nocturno frente a la contaminación lumínica han sido Cataluña, Islas Baleares, Navarra, Cantabria, Andalucía, etc. En la Comunidad Valenciana hay diversas ordenanzas municipales sobre contaminación lumínica siendo la más importante la que se refiere a la protección de la Albufera de Valencia de la contaminación lumínica aprobada en diciembre del 2006, pero todavía no hay una normativa nivel autonómico. La Comunidad Valenciana es una de las más contaminadas del territorio España.

Figura. Contaminación lumínica en la Comunidad Valenciana: Mapa de contaminación lumínica de  la Comunidad Valenciana, y la ciudad de Valencia desde el espacio:

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La UNESCO  y la iniciativa Starlight.

En la cumbre de la Tierra de Río de Janeiro celebrada en 1992 se proclamó la necesaria  defensa de “la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra”, y que esta  defensa incluyera la dimensión de los cielos nocturnos y la calidad de la atmósfera. Se estaba empezando a ser consciente de la necesidad de preservar el cielo oscuro. Pero no fue hasta el año 1994 donde la UNESCO en un evento organizado en La Laguna (Islas Canarias) realizó la llamada “Declaración Universal de los Derechos Humanos de las  Generaciones Futuras”, declarando lo siguiente:

 “Las personas de las generaciones futuras tienen derecho a una Tierra indemne y no contaminada, incluyendo el derecho a un cielo puro”. 

Es decir personas pertenecientes a las generaciones  venideras tienen derecho a una tierra indemne y no contaminada, incluyendo el  derecho a un cielo limpio, y tienen derecho a disfrutar de esta Tierra que es el  soporte de la historia de la humanidad, de la cultura y de los lazos sociales, lo  que asegura a cada generación y a cada individuo su pertenencia a la gran familia  humana. Partiendo de esta declaración en abril de 2007 hubo en la isla de la Palma una conferencia internacional de diversas organizaciones mundiales como la UNESCO, IAU, CE, etc. y muchos representantes de la comunidad científica, donde se aprobó la Declaración en Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas[8] (Declaración de la Palma).

Declarando, en resumen, los siguientes puntos:

“Declaramos que:
a. El derecho a un cielo nocturno no contaminado que permita disfrutar de la contemplación del firmamento, debe considerarse como un derecho inalienable de la Humanidad, equiparable al resto de los derechos ambientales, sociales y culturales. La progresiva degradación del cielo nocturno ha de ser considerada como un riesgo inminente que conlleva la pérdida de un recurso fundamental.
b. El conocimiento, apoyado en la educación, constituye la clave que permite integrar la ciencia en nuestra cultura actual, contribuyendo al avance de toda la Humanidad. La difusión de la astronomía y de los valores científicos y culturales asociados deberán considerarse como contenidos básicos a incluir en la actividad educativa.
c. El control de la contaminación lumínica debe ser un requisito básico en las políticas de conservación de la naturaleza dado  el impacto  que genera sobre muchas especies, hábitats, ecosistemas y paisajes.
d. La protección de la calidad astronómica de las áreas privilegiadas para la observación científica del universo deberá constituir una prioridad en las políticas medioambientales y científicas de carácter regional, nacional e internacional.
e. Ha de promoverse el uso racional de la iluminación artificial, minimizando el resplandor que provoca en el cielo y evitando la nociva intrusión del exceso de luz sobre los seres humanos y el medio natural.  Esta estrategia implica un uso más eficiente de la energía en consonancia con los acuerdos sobre el cambio climático y la protección del medio ambiente.
f. Al igual que otras actividades, el turismo puede convertirse en un poderoso instrumento para desarrollar una nueva alianza en favor de la calidad del cielo nocturno. El turismo responsable, en todas sus manifestaciones, puede y debe integrar el paisaje del cielo nocturno como un recurso a resguardar y valorar en todos los destinos.

Entre las recomendaciones figuraba la propuesta de desarrollo del concepto Starlight Reserve. El proyecto Starlight se creó como un sistema de certificación para aquellos lugares que reúnen mejores condiciones para la contemplación del firmamento.

En Octubre de 2007, los participantes en el encuentro “Concepto Reserva Starlight”, celebrado en el Centro de Patrimonio Mun­dial, UNESCO, París, acuerdan el desarrollo de sus contenidos y plan de acción que se expresan en los siguientes puntos:

Reconociendola importancia de promover la Declaración en Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas (adoptada en La Palma en Abril de 2007) a través de los diferentes programas de la UNESCO y las iniciati­vas relacionadas en el marco de las Convenciones de la UNESCO.

Considerando que la contaminación lumínica, como factor que también contribuye al aumento de las emisio­nes de gases y al derroche energético, debe ser consi­derada como un riesgo para el medio ambiente, y que el cambio climático representa una amenaza para los valo­res universales de los Sitios del Patrimonio Mundial.

Reconociendo que la preservación de los cielos oscuros y nítidos constituye una parte importante y necesaria en el proceso de protección y salvaguarda del patrimonio natural y cultural de la humanidad.

Por tanto la Iniciativa Starlight (La Luz de las Estrellas) se concibe como una campaña internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho en general a la observación de Estrellas, abierta a la participación de instituciones y asociaciones científicas, culturales y ciudadanas relacionadas con la defensa del firmamento

 Se definió el concepto de reserva Starlight como:

Un espacio en donde se establece un compromiso por la defensa de la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas. Tiene la función de la preservación de la calidad del cielo nocturno y de los diferentes valores asociados, ya sean científicos, culturales, astronómicos, paisajísticos o naturales. “

Una reserva Starlight posee zonas de exclusión donde se mantienen intactas las condiciones y donde se deben de usar criterios inteligentes para resguardar la calidad del cielo.

Los requerimientos en una Reserva Starlight atenderán de forma específica a las características y singularidades de cada espacio, ya sean las relativas a la preservación de las condiciones de observación astronómica, las relacionadas con la conservación de la naturaleza, la integridad de los paisajes nocturnos o los sitios del patrimonio cultural relacionados. En estas reservas se debe instaurar un plan de acción participativo y de un conjunto de recomendaciones orientadas a preservar y recuperar la calidad del firmamento hasta los límites posibles de atención a sus beneficios culturales, educacionales, científicos y medioambientales.

Las Reservas Starlight se dividen en las siguientes categorías según el ámbito de aplicación del concepto y las propiedades de la zona.

a) Sitios Patrimonio: Se refiere a los ámbitos que albergan acontecimientos arqueológicos y sitios de carácter cultural o monumentos creados por la humanidad como expre­sión de su relación con el firmamento, que han servido para el desarrollo de la astronomía y sus manifestaciones a través del arte y la ciencia (monumentos, arqueoastronomía,etc)

b) Sitios de Observación Astronómica: Se refiere a los sitios privilegiados para la observación astronómica óptica, infrarroja y la radioastronomía.

c) Sitios Naturales: Áreas naturales donde la preservación de la integridad las condiciones naturales del sitio incluyen el mantenimiento la calidad del cielo nocturno.

d) Paisajes de las Estrellas: Manifestaciones excepcionales del cielo nocturno, incluyendo paisajes naturales y culturales relacionados con la luz de las estrellas, donde las manifestaciones naturales o la obra humana se combinan con la visión del firmamento.

e) Oasis Starlight – hábitats humanos: Espacios habitados liberados de los efectos adversos que impiden la ob­servación de las estrellas y limitan la calidad del cielo nocturno.

f) Sitios mixtos: lugares donde se den a la vez cualquiera de los anteriores sitios.

Aparece entonces el concepto de destino Starlight como destino turístico, como un nuevo producto de turismo científico o cultural apoyado en la calidad del cielo como un recurso a resguardar y valorar en cada destino. La generación de productos turísticos basados en la observación del firmamento abre posibilidades de cooperación entre los actores turísticos, las comunidades locales y las instituciones científicas.

Además en una reserva Starlight la defensa de la calidad del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas ha de estar sustentada en un compromiso palpable que puede estar explicitado en forma de leyes, ordenanzas o pla­nes de gestión de recursos que garanticen de forma efectiva las cualidades a proteger, y la aplicación de criterios en cada zona.

Destinos y Reservas Starlight en el mundo:

LaFundación  Starlight, es la encargada de acreditar las certificaciones de Reservas Starlight y de Destinos Turísticos Starlight. Actualmente hay diversas zonas en el planeta con reconocimientos como destino turístico Starlight: La zona del embalse de Alqueva, en el Alentejo (Portugal) fue el primer destino que recibió este reconocimiento, en 2011.

En España; la cara norte de la sierra de Gredos, en Ávila; el parque nacional de Monfragüe, en Cáceres; los valles de Leza, Jubera, Cidacos y Alhama, en La Rioja[9], declarados asimismo reserva de la Biosfera; el Observatorio Astrofísico de Javalambre (Teruel) y la zona de Aras de los Olmos, Titaguas y Alpuente en Valencia, y el parque astronómico del Montsec, en Lleida. Pero el primer lugar del mundo en reconocerse como reserva Starlight ha sido La Palma en diciembre de 2012.

Además, en la lista están el valle de Elqui y la región de Antofagasta, ambos en el norte de Chile, y la reserva del lago Tekapo, en Nueva Zelanda. La iniciativa Starlight también contempla las llamadas “Ventanas al Universo”, lugares excepcionales para la observación astronómica, como Roque de los Muchachos en la isla canaria de La Palma (España);  el observatorio AURA de AtacamaChile; el Capella Observatory de Namibia,  o el de Mauna Kea, en Hawai (EE UU).

Figura: La  Alqueva, en el Alentejo (Portugal), destino turístico Starlight:

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Figura: La Palma (Islas Canarias) Reserva Starlight:

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La iniciativa Starlight quiere que todos podamos ver las estrellas pero para ello hay que tener un cielo nocturno de gran calidad, para saberlo hay diversas organizaciones que se dedican a medir el número de estrellas que podemos ver en nuestros lugares de residencia y de concienciar a todos de la necesidad de preservar el cielo nocturno.

Así en España tenemos el proyecto IACO[10] (Investigación y acción sobre el cielo oscuro), estees un proyecto en el que se realizan medidas de contaminación lumínica por simple conteo visual de estrellas en constelaciones y otras medidas con instrumentación específica. El proyecto IACO, engloba decenas de asociaciones astronómicas españolas y a la colaboración ciudadana. A nivel mundial destaca el proyecto Globe at night[11] en el que se pide la colaboración de todos los habitantes del planeta para medir la calidad de sus cielos y hacer un mapa mundial de calidad de cielo oscuro.

Figura: Mapa mundial de calidad del cielo recopilado por la iniciativa Globe at Night:

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Figura: Parte de IACO para determinar la calidad del cielo nocturno por observación del número de estrellas en la constelación de Orión:

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También en 2014 Astrofísicos de la Complutense han realizado un atlas de imágenes nocturnas  tomadas por astronautas.
La web del proyecto, traducida a 13 idiomas y a disposición de cualquier usuario, reúne unas 1.700 imágenes nocturnas tomadas por astronautas de la Estación Espacial Internacional.
La plataforma presenta además, 3 sencillas aplicaciones dirigidas a todo aquél estudiante, investigador o ciudadano que quiera contribuir a la investigación y a la lucha contra la contaminación lumínica.
Acompañando este catálogo se presentan también 3 aplicaciones de ciencia ciudadana para que cualquier persona pueda contribuir a la investigación sin importar sus conocimientos:
-Dark Skies of ISS, Night Cities y Lost at Night.
Web del proyecto e imágenes: http://www.citiesatnight.org/

Reseñas:

[1] Ritmo circadiano: oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo.

[2] En 2012 neurocientíficos de la Ohio State University Medical Center, detectaron que exponerse a luz excesiva durante la noche puede provocar depresión y alteraciones del hipocampo. Así como la aparición de diversos tipos de cáncer.

[3]La lámpara de vapor de sodio es un tipo de lámpara de descarga de gas que usa vapor de sodio para producir luz. Son una de las fuentes de iluminación más eficientes. El color de la luz que producen es amarilla brillante.

[4] http://www.iac.es/adjuntos/otpc/leycielo.pdf

[5]http://www.iac.es/adjuntos/otpc/regcielo.pdf

[6]http://www.boe.es/boe/dias/2007/11/16/pdfs/A46962-46987.pdf

[7]http://www.boe.es/boe/dias/2008/11/19/pdfs/A45988-46057.pdf

[8]Texto integro de la declaración de la Palma: http://www.starlight2007.net/pdf/DeclaracionStarlightES.pdf

[9] Folleto del destino turístico Starlight de la Rioja: http://www.larioja.org/upload/documents/725283_polipticoStarlightBaja.pdf?idtab=452034

[10] http://www.iaco.es/

[11] http://www.globeatnight.org/

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4 respuestas a “La Contaminación Lumínica”

  1. […] se aprobó la Declaración en Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas[8] (Declaración de la […]

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  2. […] Contaminación Lumínica […]

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