El fin de semana del 10 al 12 de mayo de 2024, la Tierra fue golpeada por la tormenta solar más grande en más de una década, observándose tremendas auroras iluminando la atmósfera de la Tierra en latitudes nada habituales para la observación de esos fenómenos. Las naves espaciales tuvieron que soportar vientos solares increíblemente fuertes y radiación electromagnética.

Posicionado entre el Sol y la Tierra, el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la ESA/NASA capturó todo el estallido solar en cámara. En el video, se puede ver al Sol expulsando nubes de partículas, con una explosión extremadamente grande enviada a la Tierra el 11 de mayo. Los puntos brillantes a la izquierda y derecha del video son Júpiter y Venus.

Este video fue tomado por el instrumento LASCO de SOHO, un coronógrafo compuesto por un telescopio con un disco que bloquea el centro de la vista. Al bloquear la luz directa que viene del Sol, el instrumento puede ver la luz de la corona circundante. Créditos: SOHO (ESA – NASA)

El Impacto de la Tormenta Solar en la Tierra y el Espacio

Las tormentas solares, también conocidas como tormentas geomagnéticas, son eventos causados por explosiones masivas en la superficie del Sol, conocidas como eyecciones de masa coronal (CME). Estas explosiones liberan enormes cantidades de energía y partículas solares cargadas hacia el espacio. Cuando estas partículas interactúan con el campo magnético de la Tierra, pueden causar auroras espectaculares pero también dañar para los sistemas tecnológicos.

Durante el evento de mayo de 2024, las auroras visibles fueron uno de los efectos más notables en la Tierra. Normalmente vistas en latitudes altas, estas luces de colores son causadas por partículas solares que colisionan con la atmósfera terrestre. Sin embargo, la tormenta de mayo fue tan intensa que las auroras pudieron observarse en latitudes mucho más bajas de lo habitual.

Impacto de la tormenta solar sobre SOHO. Créditos: ESA/NASA

Efectos en la Tecnología Espacial

Para las naves espaciales, la tormenta solar representó un reto significativo. Los satélites en órbita, incluyendo aquellos responsables de comunicaciones, navegación y observación de la Tierra, tuvieron que lidiar con el aumento de radiación y partículas cargadas. Esta radiación puede causar daños a los componentes electrónicos y afectar la precisión de los instrumentos a bordo.

El Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la ESA/NASA, situado en el punto Lagrange L1, es un puesto de observación privilegiado para monitorear el Sol. Equipado con varios instrumentos científicos, incluyendo el coronógrafo LASCO, SOHO ha sido crucial para predecir y entender las tormentas solares. Al bloquear la luz directa del Sol, LASCO puede observar la tenue corona solar y las eyecciones de masa coronal, proporcionando información esencial para alertar a las agencias espaciales y preparar a los satélites y astronautas para la llegada de una tormenta solar.

Sonda SOHO

La Orquesta de Heliofísica de la ESA

El estudio del Sol y su impacto en el espacio y la Tierra es un esfuerzo coordinado dentro de la Agencia Espacial Europea (ESA). Misiones como Solar Orbiter, que estudia el Sol de cerca, y misiones de observación de la Tierra, que monitorean los efectos del clima espacial en nuestro planeta, son parte de esta colaboración. La «Orquesta de Heliofísica» de la ESA es un término que refleja la sinfonía de esfuerzos científicos y técnicos destinados a entender y mitigar los efectos del clima espacial.

El evento solar de mayo de 2024 fue un recordatorio de la potencia del Sol y de la importancia de la observación continua del clima espacial. La colaboración internacional y el uso de tecnología avanzada continúan siendo fundamentales para avanzar en nuestra comprensión del Sol y su influencia sobre nuestro entorno.

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