La Luna experimenta actividad sísmica, pero en lugar de llamarse terremotos, se les conoce como «lunamotos» o sismos lunares.
Estos eventos son similares a los terremotos en la Tierra, pero hay algunas diferencias clave en términos de origen y naturaleza.
La actividad sísmica en la Luna se descubrió gracias a las misiones Apollo, en las cuales se colocaron sismómetros en la superficie lunar. Los sismómetros de las misiones Apollo 11, 12, 14, 15 y 16 funcionaron entre 1969 y 1977. Además, en 2019, la sonda china Chang’e-4 llevó un sismógrafo a la cara oculta de la Luna.

Las fuentes de los lunamotos pueden incluir:
- Expansión térmica:
- La Luna experimenta extremos térmicos significativos debido a su falta de atmósfera y rotación sincronizada con la Tierra. Durante el día lunar, la temperatura en la superficie puede alcanzar más de 100 grados Celsius, mientras que durante la noche, puede descender a menos 150 grados Celsius. Estos cambios extremos de temperatura provocan la expansión y contracción de las rocas lunares, generando tensiones y eventualmente sismos.
- Impactos de meteoroides o micrometeoroides:
- La Luna está expuesta constantemente al impacto de partículas espaciales, desde pequeños micrometeoroides hasta objetos más grandes como asteroides. Cuando estos impactan la superficie lunar, liberan energía cinética que puede generar vibraciones sísmicas. Aunque muchos de estos impactos son demasiado pequeños para ser vistos a simple vista, los sismómetros pueden registrar sus efectos.
- Actividad tectónica:
- Aunque la Luna carece de placas tectónicas como las de la Tierra, se cree que hay cierta actividad tectónica, como ajustes y fracturas en su corteza. Estos ajustes pueden generar sismos, aunque generalmente son de menor magnitud en comparación con los terremotos terrestres. La actividad tectónica en la Luna puede proporcionar información sobre la evolución de su estructura interna a lo largo del tiempo.
- Importancia de estudiar sismos lunares:
- El estudio de los sismos lunares es esencial para comprender la estructura interna de la Luna y, por extensión, la evolución geológica de cuerpos celestes similares en nuestro sistema solar. Los datos recopilados por los sismómetros de las misiones Apollo y la misión Chang’e-4 han revelado información valiosa sobre la composición y la profundidad de la corteza lunar.
- Misiones futuras:
- La investigación de la actividad sísmica lunar continúa siendo un objetivo en las misiones espaciales. Misiones futuras, como Artemisa de la NASA, planean llevar instrumentos más avanzados, incluyendo sismómetros, para realizar mediciones más precisas y obtener una comprensión más completa de la actividad sísmica en la Luna. Entre las zonas más afectadas por el riesgo de deslizamientos e inestabilidad se incluyen algunas que la NASA ha propuesto para el aterrizaje tripulado programado de la misión Artemis III, la zona elegida el polo sur de la Luna, una zona donde se ha comprobado que hay muchos movimientos. Esto provoca que la NASA va a tener que remodelar sus modelos de bases lunares para los posibles asentamientos en el futuro.

Es importante destacar que los lunamotos son generalmente menos intensos que los terremotos terrestres. Esto se debe a la falta de actividad tectónica significativa en la Luna y a su menor actividad geológica en comparación con la Tierra. Sin embargo, el estudio de estos sismos lunares proporciona información valiosa sobre la estructura interna de la Luna y procesos geofísicos en otros cuerpos celestes.


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