La galaxia elíptica M87 a unos 55 millones de años luz de distancia de la Tierra ha sido objeto de estudios astronómicos durante más de un siglo, y su presencia en el cosmos ha dejado huella en la investigación espacial. Una de las revelaciones más asombrosas relacionadas con M87 es la existencia de un agujero negro supermasivo en su núcleo, capturado por el Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT). Este agujero negro, situado en el corazón de M87, no solo ha abierto nuevas perspectivas sobre la naturaleza de estos objetos cósmicos, sino que también ha llevado a descubrimientos espectaculares sobre los fenómenos que lo rodean.

Un Vistazo Infrarrojo a M87

La imagen que nos llega desde el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA nos ofrece una visión única de M87. Esta galaxia elíptica se presenta como un fascinante entorno cósmico, y la atención se centra en un detalle particular: un chorro de material que se expande hacia la derecha de la galaxia. La imagen infrarroja de Spitzer revela este tenue rastro del jet, pero lo más destacado es la onda de choque creada por su movimiento.

El detalle de la onda de choque en el lado derecho de la galaxia se muestra en un recuadro, donde también podemos apreciar otra onda de choque proveniente de un segundo jet que viaja hacia la izquierda de la galaxia. Estos fenómenos se manifiestan como vibrantes destellos de luz infrarroja, proporcionando a los astrónomos una ventana única para estudiar la complejidad de los procesos en juego en el núcleo de M87.

Un Viaje a través de los Años Luz

La ubicación de M87, a 55 millones de años luz, significa que la luz que observamos hoy ha viajado a través del vasto espacio durante un tiempo tremendo. Esta distancia temporal plantea la pregunta de cómo se ha transformado y evolucionado la galaxia a lo largo de los milenios. Desde que el astrónomo Heber Curtis observara por primera vez un «rayo recto curioso» que se extendía desde el centro de la galaxia en 1918, la fascinación por M87 ha crecido exponencialmente.

El Jet Brillante de M87: Un Espectáculo Multifrecuencia

El brillante jet que emana de M87 es un espectáculo multidimensional que se manifiesta en diversas longitudes de onda, desde ondas de radio hasta rayos X. Este jet es producido por un disco de material que gira rápidamente alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia. A medida que este disco arroja material en direcciones opuestas, se crea el jet que vemos en las imágenes.

Lo interesante es que este jet no es visible en luz visible; es en longitudes de onda infrarrojas y de radio donde revela su esencia. Cuando las partículas en el jet impactan el medio interestelar, generan una onda de choque que emite luz en las longitudes de onda infrarrojas y de radio. Esta particularidad subraya la diversidad de procesos físicos en juego en el núcleo de M87, desafiando nuestras expectativas sobre cómo interactúan los objetos cósmicos a escalas tan extremas.

La Coreografía Cósmica del Jet de M87

El jet que se desplaza hacia la derecha de M87 se presenta casi directamente hacia la Tierra, lo que amplifica su brillo debido a su alta velocidad en nuestra dirección. Sin embargo, la trayectoria del jet está ligeramente desplazada de nuestra línea de visión con la galaxia, permitiéndonos observar parte de su longitud. La onda de choque se inicia alrededor del punto donde el jet parece curvarse hacia abajo, destacando las regiones donde las partículas en movimiento rápido chocan con el gas en la galaxia y disminuyen su velocidad.

En el lado izquierdo de la galaxia, hay un segundo jet que se aleja rápidamente de nosotros, volviéndose invisible a todas las longitudes de onda. Sin embargo, la onda de choque que crea en el medio interestelar sigue siendo perceptible en la imagen de Spitzer, ubicándose en el lado izquierdo de la galaxia.

Más Allá de M87: El Agujero Negro y la Colosal Galaxia

Si bien la imagen de Spitzer nos proporciona una visión impresionante de M87 y sus jets, el conocimiento sobre esta galaxia se ha ampliado aún más gracias a la misión del Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT). En 2019, el EHT hizo historia al capturar la primera imagen directa de un agujero negro, que resultó ser el agujero negro supermasivo en el centro de M87.

Esta imagen revolucionaria proporcionó una visión sin precedentes del entorno cercano al agujero negro, revelando un disco de acreción brillante y una sombra oscura en el centro. La colaboración internacional detrás del EHT utilizó una red global de telescopios para lograr esta hazaña monumental, demostrando el poder de la cooperación en la exploración espacial.

M87, con su agujero negro y jets impresionantes, se erige como un microcosmos cósmico que desafía nuestra comprensión del universo. Las observaciones a lo largo de los años, desde la primera detección del rayo curioso en 1918 hasta la imagen histórica del agujero negro en 2019, han delineado una historia rica y compleja…