La nave espacial Europa Clipper de la NASA, que se dirigirá a Europa, la luna cubierta de hielo de Júpiter, en octubre de 2024, llevará un mensaje grabado con láser que celebra la conexión de la humanidad con el agua. El mensaje rinde homenaje a misiones anteriores de la NASA que transmitieron mensajes similares.
Se han recopilado grabaciones de audio en 103 idiomas y se han convertido en formas de onda para que muestren estos sonidos visualmente. Se grabaron estas formas de onda en la placa de metal que protege los sensibles componentes electrónicos de la nave espacial de la intensa radiación de Júpiter.
Grabar mensajes en naves espaciales no es una práctica nueva, y el mensaje de Clipper encaja en una tradición de décadas iniciada por el gran astrónomo Carl Sagan.

En 1972 y 1973, dos naves espaciales Pioneer se dirigieron a Júpiter y Saturno llevando placas de metal grabadas con mensajes científicos y pictóricos. En 1977, dos naves espaciales Voyager se dirigieron a Júpiter, Saturno, Urano y Nepturo llevando discos fonográficos de cobre bañados en oro. Estos discos contenían tutoriales de matemáticas y química, además de música, fotografías y sonidos de la Tierra y saludos en 55 idiomas.

Como el agua es esencial para la vida en la Tierra, buscar su presencia en otros lugares ha sido clave para muchas misiones de la NASA. Los astrónomos sospechan que Europa, hacia donde se dirige Clipper, tiene un océano debajo de su superficie helada, lo que la convierte en un candidato ideal para la búsqueda de vida en el sistema solar exterior.
Parte del mensaje de Clipper incluye la palabra agua en 103 idiomas. Las palabras habladas que se registraron representan una instantánea global de la diversidad de idiomas de la Tierra. El lado exterior de la placa Clipper muestra las palabras como formas de onda que rastrean la intensidad variable del sonido a medida que se pronuncia cada palabra.

Hay otras formas de buscar vida inteligente en el espacio, los radioastrónomos estudian el universo examinando la radiación que emiten los elementos químicos en el espacio. Pasan gran parte de su tiempo mapeando la distribución de la sustancia química más abundante en el universo: el hidrógeno. El hidrógeno emite radiación a una determinada frecuencia llamada línea de hidrógeno, que los radiotelescopios pueden detectar. Durante el Proyecto Ozma, el primer experimento SETI moderno, se buscaron señales artificiales en la misma frecuencia, pues se piensa que los científicos de otros mundos podrían reconocer el hidrógeno como universalmente significativo y transmitir señales en esa frecuencia.
El Europa Clipper chocará contra Júpiter o una de sus otras lunas, siendo Ganímedes o Calisto los principales candidatos. Pero si por alguna razón la misión cambia y sobrevive a ese destino, entonces los humanos en un futuro lejano con un trasfondo cultural radicalmente diferente y diferentes convenciones lingüísticas podrán recuperarlo dentro de milenios como un artefacto antiguo.

Para asegurarnos de que al menos una parte del mensaje que un científico del futuro lejano pudiera entender, también se diseñó una representación pictórica de la misma frecuencia que los astrónomos usaron para el Proyecto Ozma: la línea de hidrógeno. se grabó esto en la placa Clipper, junto con una frecuencia llamada línea de hidroxilo.
Cuando el hidrógeno (H+) y el hidroxilo (OH-) se combinan, forman agua. Los científicos llaman al rango de frecuencias entre estas líneas el «pozo de agua». El pozo de agua representa la parte del espectro de radio donde los astrónomos realizaron los primeros experimentos SETI…
La encontrará alguien?….


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