El radar del sistema solar Goldstone, perteneciente a la Red del Espacio Profundo y situado cerca de Barstow, California, capturó imágenes detalladas del asteroide 2024 ON el 16 de septiembre de 2024. Este asteroide, que pasó a 1 millón de kilómetros de la Tierra, lo hizo a una distancia equivalente a 2,6 veces la distancia entre la Luna y nuestro planeta, lo que permitió a los científicos estudiar su estructura y características con mayor precisión.
Descubrimiento y Estructura del Asteroide
El asteroide fue detectado por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), financiado por la NASA, el 27 de julio de 2024 desde Mauna Loa, Hawái. Lo que hace a este asteroide particularmente interesante es su forma, que se asemeja a un maní. Según las imágenes captadas, se cree que 2024 ON es un sistema binario de contacto, un tipo de asteroide compuesto por dos lóbulos conectados por un cuello estrecho, donde uno de los lóbulos es un 50% más grande que el otro.
La técnica del radar, especialmente eficaz para identificar este tipo de estructuras, permitió obtener imágenes detalladas de la superficie del asteroide, donde se revelaron características de más de 3,75 metros de ancho. Además, las imágenes sugieren que los puntos brillantes observados podrían ser grandes rocas en su superficie. Este nivel de detalle es fundamental para el estudio de estos objetos, ya que brinda información sobre su composición y dinámica.
El asteroide tiene un tamaño considerable, con unos 350 metros de largo. Durante la observación, se pudo capturar el 90% de su rotación en un lapso de seis horas, lo que ofrece una visión clara de su comportamiento en el espacio.

El asteroide 2024 ON no es un caso aislado. El radar Goldstone ha sido una herramienta clave para identificar sistemas binarios de contacto. Estos representan al menos el 14% de los asteroides cercanos a la Tierra con más de 200 metros de tamaño. El mes anterior, en agosto de 2024, un asteroide similar, 2024 JV33, se aproximó a la Tierra, también mostrando características de un sistema binario de contacto.
A pesar de su gran tamaño y proximidad relativa, el asteroide 2024 ON está clasificado como un «asteroide potencialmente peligroso». Sin embargo, las mediciones realizadas por el radar Goldstone han permitido a los científicos reducir las incertidumbres sobre su órbita y predecir su trayectoria futura con mayor exactitud. Gracias a estos datos, se ha determinado que el asteroide no representa ningún riesgo para la Tierra en el futuro cercano.
El seguimiento y análisis de asteroides como 2024 ON son esenciales para la defensa planetaria. Con el apoyo del Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, estas observaciones permiten a los científicos prever posibles amenazas a largo plazo, aumentando la seguridad de nuestro planeta.
Contribuciones y Apoyo de la NASA
El éxito en el seguimiento de este tipo de objetos se debe en gran medida al Grupo de Radar del Sistema Solar Goldstone, que recibe apoyo del Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA. Este programa forma parte de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, cuya misión es detectar, seguir y evaluar objetos cercanos a la Tierra que podrían representar una amenaza.
Además, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA gestiona la Red del Espacio Profundo, que es una red internacional de antenas que apoyan misiones espaciales interplanetarias. Esta red no solo se utiliza para estudiar asteroides, sino también para diversas tareas de exploración espacial. A través de la supervisión programática de la oficina de Navegación y Comunicaciones Espaciales, también se asegura la conexión y comunicación efectiva con sondas y misiones en el espacio profundo.
Importancia de los Estudios de Radar y el Futuro de la Defensa Planetaria
El radar es una herramienta crítica en la investigación de asteroides cercanos a la Tierra. Además de su capacidad para detectar sistemas binarios de contacto, también permite a los científicos medir con precisión las distancias, velocidades y formas de los asteroides, información clave para evaluar riesgos y planificar futuras misiones de mitigación.
El estudio de 2024 ON no solo amplía el conocimiento sobre los asteroides de tamaño medio que se aproximan a la Tierra, sino que también destaca la importancia de estar preparados ante cualquier eventualidad. La detección temprana, como la realizada por ATLAS, y las mediciones precisas del radar permiten anticipar movimientos futuros de estos cuerpos celestes y, en caso necesario, diseñar estrategias para desviar aquellos que podrían representar una amenaza real.
Este enfoque preventivo es crucial para la seguridad de nuestro planeta, y aunque el asteroide 2024 ON no plantea un peligro inmediato, su estudio contribuye al conjunto de conocimientos que la NASA y otros organismos internacionales utilizan para proteger a la Tierra de posibles impactos en el futuro.


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