El cometa C/2024 S1 (ATLAS) se ha convertido en el centro de atención de astrónomos. Este cometa, conocido como un «cometa rasante del Sol», tiene el potencial de ofrecer un espectáculo impresionante a finales de octubre de 2024. Los cometas rasantes son aquellos que pasan extremadamente cerca del Sol durante su órbita, lo que a menudo provoca un incremento en su brillo y actividad debido a la intensa radiación solar que reciben. Este fenómeno es particularmente interesante porque puede hacer que el cometa sea visible incluso durante el día.

El cometa fue descubierto por el sistema de búsqueda de asteroides ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), de ahí su nombre. Inicialmente, recibió la designación de A11bP7I, pero más tarde se le renombró oficialmente como C/2024 S1 (ATLAS). Este tipo de nomenclatura sigue un sistema estándar: la «C» indica que se trata de un cometa no periódico, «2024» es el año de descubrimiento, y «S1» denota que es el primer cometa descubierto en la segunda quincena de septiembre de ese año.

Se espera que C/2024 S1 (ATLAS) alcance una magnitud de entre -5 y -7 cuando se acerque al perihelio el 28 de octubre de 2024. En términos de brillo, esto significa que podría ser incluso más brillante que Venus, el planeta más brillante del cielo nocturno. Una magnitud de -5 a -7 haría que el cometa sea visible a simple vista y, potencialmente, incluso durante el día, algo bastante raro y espectacular. No obstante, es muy importante recordar que los cometas son objetos celestes notoriamente impredecibles; su brillo puede aumentar o disminuir de manera drástica dependiendo de varios factores, como la liberación de gases y polvo al acercarse al Sol.

La observación de C/2024 S1 (ATLAS) variará según la ubicación del observador. Antes del perihelio, el hemisferio sur tendrá la mejor vista del cometa, que se podrá observar en el cielo antes del amanecer. Después del perihelio, si el cometa sobrevive a su encuentro cercano con el Sol, podría ser visible en el hemisferio norte en las primeras horas de la mañana.

Un buen ejemplo para comparar es el famoso cometa C/1965 S1 (Ikeya-Seki), un cometa rasante que alcanzó una magnitud extremadamente brillante en 1965 y fue visible a plena luz del día. Al igual que con Ikeya-Seki, existe la posibilidad de que C/2024 S1 (ATLAS) desarrolle una cola larga y curva, un fenómeno visualmente impactante que ocurre cuando el viento solar interactúa con las partículas expulsadas del cometa.

Uno de los aspectos más curioso de los cometas es su imprevisibilidad, aveces de forma de broma se les compara con los «gatos», siempre impredecibles y que hacen lo que quieren…. Aunque los cálculos actuales sugieren que C/2024 S1 (ATLAS) podría alcanzar un brillo considerable, siempre existe la posibilidad de que el cometa se fragmente o se desintegre al acercarse al Sol. Esto ha sucedido en el pasado con otros cometas rasantes, que al no soportar las intensas fuerzas gravitacionales y el calor del Sol, se desintegran antes de poder ofrecer el espectáculo esperado.

Durante el mes de octubre de 2024, el cometa C/2024 S1 (ATLAS) pasará por varios eventos clave. Entre el 4 y el 15 de octubre, será visible en el hemisferio sur con telescopios, alcanzando una magnitud de entre 12 y 10. Durante esta fase, se moverá a través de la constelación Crater y se acercará gradualmente a la Tierra. A medida que se acerque al perihelio el 28 de octubre, su brillo podría intensificarse significativamente.

Los cometas rasantes como C/2024 S1 (ATLAS) nos ofrecen una oportunidad única para estudiar las condiciones en el sistema solar temprano. Están compuestos principalmente de hielo, polvo y rocas, restos de la formación del sistema solar hace unos 4.6 mil millones de años. Al acercarse al Sol, el calor provoca que estos materiales se sublimen, liberando gases y polvo que forman la coma (la nube brillante alrededor del núcleo) y la cola del cometa. El estudio de estos fenómenos puede proporcionar información valiosa sobre la composición química y física de estos antiguos cuerpos celestes.