El verano tiene sus propias formas de recordarnos que el universo nunca descansa. Mientras nosotros disfrutamos o no del calor, de las noches largas y del tiempo libre, el cielo prepara sus propios espectáculos. Uno de los más espectaculares nos espera en la noche del 29 al 30 de julio: una doble lluvia de estrellas fugaces, las Alfa Capricórnidas y las Delta Acuáridas sur, que compartirán escenario durante unas horas.


Alfa Capricórnidas: brillantes y lentas

Las Alfa Capricórnidas no son particularmente abundantes en número. De hecho, su Tasa Horaria Zenital (THZ) suele rondar los 5 meteoros por hora. Pero lo que les falta en cantidad lo compensan con brillo y espectacularidad. Son meteoros lentos, con trazos largos, y a menudo muy brillantes, lo que los convierte en bólidos: auténticos fogonazos que pueden incluso dejar estelas persistentes durante unos segundos.

Lo más curioso es su color. A menudo presentan tonalidades anaranjadas, rojizas o verdosas, un fenómeno que depende de los materiales de los que están compuestos. Algunos de estos colores provienen del sodio o el magnesio que se ioniza al entrar en la atmósfera.

Delta Acuáridas sur: numerosas y activas

Por su parte, las Delta Acuáridas sur son mucho más activas. Su THZ puede alcanzar entre 30 y 35 meteoros por hora en condiciones ideales, aunque eso implica cielo oscuro, radiante alto y sin luna. No suelen ser tan brillantes como las capricórnidas, pero ofrecen una cadencia mucho más continua, especialmente en la segunda mitad de la noche.

Son rápidas, de trazo fino, y tienen un estilo algo más sutil. Si te tomas tu tiempo y dejas que tus ojos se adapten a la oscuridad, podrás ver decenas de ellas atravesar el cielo, a menudo con trayectorias inclinadas desde el sureste.

Posición de los dos radiantes, pulsar sobre la imagen para verla mejor

¿Desde dónde y cuándo observar?

El radiante de ambas lluvias estará bajo en el horizonte al inicio de la noche, hacia el sureste. Eso significa que al principio los meteoros que veamos tendrán trazos largos, rasgando el cielo en ángulo. Son justamente los más fotogénicos.

Conforme avance la noche, los radiantes suben en altura, lo que mejora la visibilidad. Las mejores horas para observar serán de las 3 a las 6 de la madrugada, cuando los radiantes están bien altos y además no habrá presencia de la Luna.

Te recomiendo buscar un lugar alejado de luces urbanas, con buena vista al cielo y cómodo para tumbarte. Una esterilla, una manta, ropa de abrigo ligera, una botella de agua… y, si puedes, una aplicación de astronomía en el móvil en modo noche para orientarte. No necesitarás telescopio ni prismáticos: el ojo desnudo es tu mejor aliado.

Estas dos lluvias tienen orígenes distintos. Las Delta Acuáridas sur están asociadas al cometa 96P/Machholz, descubierto en 1986 por Donald Machholz, un astrónomo aficionado que ha aportado mucho a la observación comética. Este cometa tiene una órbita muy inclinada y corta, y parece ser la fuente de varios enjambres meteóricos diferentes.

Las Alfa Capricórnidas, por su parte, provienen probablemente del cometa 169P/NEAT, que se cree que en algún momento del pasado perdió gran parte de su masa. Los fragmentos que dejó han dado lugar a estos meteoros lentos y brillantes, que seguimos viendo miles de años después.

Curiosamente, ambas lluvias son visibles desde ambos hemisferios, pero en el hemisferio norte las vemos con el radiante más bajo, lo que hace que los meteoros recorran trayectorias más largas visualmente. Esto puede hacer que, incluso con menos cantidad, la experiencia sea más dramática.


Y además… se acercan las Perseidas

Uno de los aspectos más bonitos de esta época es que no solo tenemos estas dos lluvias: las Perseidas ya están activas en estas fechas. Aunque su pico será más adelante, la noche del 12 al 13 de agosto, a finales de julio ya pueden verse algunas, tenemos que aprovechar a observarlas a finales de julio y principios de agosto porque el 12 de agosto tendremos Luna llena, con lo que será muy complicado verlas.

Eso significa que la noche del 29/30 no será un evento aislado. Estas lluvias forman parte de un gran corredor de actividad meteórica que va desde mediados de julio hasta mediados de agosto. Es como una temporada de fuegos artificiales celestes que culmina con las Perseidas, pero que tiene capítulos intermedios igual de disfrutables.


Cómo observar: consejos prácticos
Photo by Ahnaf Piash on Pexels.com

Si es tu primera vez saliendo a ver estrellas fugaces, aquí van algunos consejos prácticos:

  1. Aléjate de la ciudad: busca cielos oscuros, sin contaminación lumínica. Incluso una carretera secundaria o una pequeña montaña pueden marcar la diferencia.
  2. Llega con tiempo: tus ojos necesitan unos 20–30 minutos para adaptarse completamente a la oscuridad. Apaga el móvil o ponlo en modo noche si usas una app estelar.
  3. Busca el sureste: allí estarán los radiantes al principio de la noche. Pero no mires solo al punto de origen: los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo.
  4. Ten paciencia: aunque la tasa horaria puede sonar alta, eso es bajo condiciones ideales y con el radiante en el cénit. Espera al menos una hora de observación.
  5. No uses telescopios: lo mejor es a simple vista, para abarcar la mayor porción posible del cielo.
  6. Fotografía si quieres, pero sin obsesión: si te animas a hacer fotos, usa trípode, exposición larga (20–30 s), ISO alto y objetivo gran angular. Pero a veces es mejor simplemente mirar.

¡Mucha suerte!

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FRASES

«Somos polvo de estrellas»

~ Carl Sagan

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