El tamaño del Universo es uno de los conceptos más desafiantes de la cosmología moderna. Las estimaciones actuales sugieren que el Universo tiene un diámetro de más de 150 mil millones de años luz. Esta magnitud puede parecer desconcertante, especialmente cuando consideramos la edad actual del Universo, que es de 13700 millones de años y cómo esta medida aparentemente masiva puede ser coherente con su historia evolutiva.
Para abordar esta cuestión, es esencial comprender dos conceptos fundamentales: la expansión del Universo y la velocidad de la luz. Desde la formulación del modelo cosmológico del Big Bang, se ha demostrado que el Universo está en constante expansión. Esto significa que las distancias entre galaxias y estructuras cósmicas se están incrementando con el tiempo. La expansión del Universo no solo tiene implicaciones sobre la distribución de la materia, sino también sobre cómo percibimos las distancias a escalas cósmicas.
Una característica importante a considerar es que el Universo no solo está expandiéndose, sino que lo está haciendo a un ritmo acelerado. Este descubrimiento, basado en observaciones de supernovas distantes y otras mediciones cosmológicas, ha llevado a la idea de la «energía oscura», una misteriosa forma de energía que parece estar impulsando esta expansión acelerada.
Ahora bien, regresemos al concepto de 150 mil millones de años luz como medida del tamaño del Universo. A primera vista, puede parecer incongruente dado que la edad actual del Universo se estima en alrededor de 13.700 millones de años. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la expansión del Universo implica que las distancias cósmicas también cambian con el tiempo.
Para comprender esto mejor, consideremos cómo se definen las distancias en el contexto de la cosmología. La distancia cósmica entre dos puntos en el Universo no es simplemente la distancia física medida en unidades estándar, como kilómetros o años luz. Debido a la expansión del Universo, la luz emitida por objetos distantes experimenta un estiramiento de longitudes de onda a medida que viaja a través del espacio en expansión. Este fenómeno se conoce como el corrimiento al rojo cosmológico y es fundamental para determinar las distancias a escalas cósmicas.
Cuando observamos objetos extremadamente distantes en el Universo, como galaxias lejanas, la luz que emiten ha viajado a través de un Universo en expansión durante miles de millones de años. Durante este viaje, la luz se estira debido a la expansión del espacio, lo que hace que las longitudes de onda se desplacen hacia el extremo rojo del espectro. Cuanto más lejos esté el objeto, mayor será el corrimiento al rojo observado.

La medida de 150 mil millones de años luz como tamaño del Universo se refiere a la distancia comovida entre puntos extremadamente distantes en el Universo observable. La distancia comovida tiene en cuenta el corrimiento al rojo cosmológico y representa una medida de la distancia que habría existido en un momento específico del pasado cósmico, cuando la expansión del Universo tuvo lugar.
Es importante destacar que el concepto de tamaño del Universo en términos de distancia comovida no implica que el Universo tenga un borde o una frontera física. Más bien, representa la escala de observación actual dentro del Universo observable. A medida que continuamos explorando el cosmos y mejorando nuestras técnicas de observación, nuestra comprensión de la escala y la estructura del Universo sigue evolucionando.
En resumen, la medida de 150 mil millones de años luz como tamaño del Universo refleja la vasta escala y la complejidad de nuestro cosmos en expansión. A través de la cosmología y la astronomía observacional, seguimos desentrañando los misterios del Universo y explorando su asombrosa diversidad a escalas cósmicas.


Replica a Jose Vicente Díaz Martínez Cancelar la respuesta